Episode 2

Mujeres en la viña: la mirada de dos generaciones

Las mujeres siempre han tenido un papel importante en el cultivo de la vid y la elaboración del vino. Pero solo hasta esta última generación se le ha empezado a visibilizar y reconocer su labor. Recorremos ese salto generacional a través de las voces de Marina y María, las mujeres que protagonizan nuestro nuevo episodio de “Mi gente tiene D. O. N.: relatos de vida y vino”.

Transcript

Voz Grabación::

Mi gente tiene D. O. N. : relatos de vida y vino.

Presentadora::

Dos mujeres, dos vidas, dos etapas distintas, un mismo mundo: el del vino. Hoy recorremos dos vidas y con ellas las de muchas mujeres que de una manera u otra están vinculadas con el vino, con las uvas, con las viñas. Marina San Martín es viticultora y en dos etapas diferentes ha sido presidenta de la Cooperativa de Cirauqui. ¡Bienvenida!

Marina: 49

Hola, muchas gracias.

Presentadora::

También contamos con María Abete ella es directora Técnica de Bodegas Máximo Abete de San Martín de Unx. ¡Bienvenida!

María::

Hola.

Presentadora::

Bodeguera, viticultora. Son dos vidas ligadas al campo ambas desde niña. Marina, empecemos por ti. ¡Cuéntanos tu relato, tu historia!

Marina::

Soy hija de agricultores. Teníamos Viña, de chicos nos llevaban más que porque nos nos podían dejar en casa por tenernos con ellos, por supuesto. Pero empezamos a cortar y vendimiar un poco ahí por juego, pero al final se convierte en algo que como tarea y como que hay que seguir el ritmo de los demás. Tuvimos un tiempo que llevábamos a una Cooperativa, pero luego hacíamos el vino en casa, era vendimiarlo y luego venir a casa y hacerlo y todos. Éramos los hermanos, padres, tíos, éramos tías todos. No había ni hombres ni mujeres en la viña, no. Lo que sí que quizá en aquellos tiempos las mujeres preparaban más lo que era para almorzar, las comidas, la vasija, por decirlo de alguna manera. Entonces igual estaban más pendientes a eso, pero por eso se seguía vendimiando igual. Luego a la hora de hacer el vino, pues bueno pisábamos las uvas, empezamos con los pies y ya los pies eran los de todo el mundo, hombre y mujer, daba lo mismo. Coincide que mi madre, por ejemplo llevaba más la bodega en lo que era de bodeguera que mi padre y era mujer, pero mi padre era el que de veras entendía del vino, que luego lo llevaban los dos.

Presentadora::

Lo llevaban los dos.

Marina::

Sí.

Presentadora::

Y tu madre era la que vigilaba el vino en el día a día.

Marina::

Sí. Y la que está para trasegar. No está, ¡Embotellamos, mañana embotellamos! y así. Lo llevábamos más mi madre que mi padre. Ese tema, mi padre Diego era el del paladar, porque había bebido más claro. 11 años tenía yo cuando mi madre ya se había sacado el carnet de tractorista y o sea, ya una mujer adelantada para aquellos tiempos. Y luego llegué a eso en mi pueblo Villatuerta. Llegué a Cirauqui que me casé y fue ahí también mi marido era agricultor y teníamos lo mismo: viña y olivo y cereal. Hemos tenido muchísima gente que ha venido a vendimiar. De hecho venían familias de mujeres, cuñadas, hermanas de fuera que venían a vendimiar por un jornal, incluso venían a cambio de que tú luego le cosechases una finca o le hicieses unas labores que ellos no disponían de ese apero. Pero yo he visto mujeres mayores como podrían haber sido mi madre, ir a jornal. Lo de ser mujer en aquellos tiempos quizá es que la mujer para mano de obra era más fina que los hombres. Deshijuelaban, los hijuelos los de abajo desforrocinaban, los hombres era más poda y untar con el azufre. La vendimia es cosa rápida, la tienes que hacer en unos momentos dados, el deshijuelo también. Quizá entonces, cuanto más mano de obra tengas, da igual de dónde la traigas ni que género tenga.

Presentadora::

Marina, ¿Imaginas tu vida sin viñas?

Marina::

No. Bueno, es que no la he conocido. No, no la he conocido. Me gusta hay que reconocer que te tiene que gustar esto también, porque es mucha mano de obra. Inviertes muchas horas que si las irías a valorar en euros no hay ni céntimos, así de claro. Pero no, yo no. Yo la he vivido, me gusta y me gusta mantener. A mis hijos, aunque no siguen la misma trayectoria que yo, que tienen otras profesiones, por decirlo de alguna manera. Sí que lo seguimos manteniendo que vengan y que estén, que conozcan de dónde.

Presentadora::

De dónde venimos.

Marina::

Exacto.

Presentadora::

Es el arraigo a la tierra.

Marina::

Sí, ahí.

Presentadora::

Conocemos a María ahora, las viñas también siempre han estado presentes en tu vida desde muy niña, pero hubo un tiempo en el que pensaste que no iban a ser tu futuro, ¿Verdad?

María::

Sí, ha habido épocas. Yo nací en una familia también, mi abuelo era viticultor y mi madre también le había tocado ir mucho al campo y después con mi padre, pues dieron un poco el salto a vender vino. Pusieron una tienda de vinos mi padre y mi madre y mi hermana y yo hemos crecido ahí desde chiquiticas vendiendo vino y después de empezar a vender vino, vino el empezar a elaborarlo. Nosotras somos de un pueblo en el que ha habido una Cooperativa que hemos conocido cuando éramos pequeñitas. Mi abuelo era socio de la Cooperativa y llevábamos ahí la uva, pero después, sobre todo a raíz de como os digo la experiencia en comercialización más. Entonces mi padre en concreto empezó a elaborar algo de vino en casa y entonces fue como un volver a la viña y a nosotras nos tocó de más mayores cuando empezamos a más a ir al campo y de nuevo a vendimiar como contabas. Y bueno todas las tareas yo me acuerdo más en la época cuando yo, mi hermana y yo estábamos en el instituto y después en la universidad nos tocaba siempre toda la vendimia, estar todo el mes de setiembre.

Presentadora::

¿Qué tal te sentaba?

María::

Bueno, al final es una época en la que yo no lo veía muy claro, porque claro, toda la semana estábamos estudiando, todos los fines de semana nos tocaba o estar vendiendo vino, después en la vendimia, pues estar en el campo. Y claro, yo aquello lo veía como muy esclavo, muy sacrificado, nos cogía mucho tiempo y yo quería hacer mi vida y entonces pensé en que era mejor dedicarme a otra cosa que no fuera a la bodega o la viña, porque si no yo decía aquí ya me tienen liada para todos los días. Entonces yo estudié Ingeniería Industrial, me dediqué a ello durante unos años. Y bueno, la verdad es que también es un campo que me gustaba, pero ahora después con los años no lo veía como algo que iba a ser un proyecto de vida. Entonces ya no había dejado de estar vinculada a la bodega, porque al final teniendo una bodega familiar es lo que pasa que siempre estás, como decías tú, enganchada y viene la familia y tal, pues siempre, siempre estábamos ahí y hacia el año 2008 más o menos, pues ya decidí que bueno que iba a retomar el tema de la bodega y dedicarme a ello, porque me parecía un mundo mucho más bonito que en el que poder desarrollar como un proyecto, como más transversal en la vida y que bueno, pues para mí más redondo también de vivir en mi pueblo y dedicarme a la bodega.

Presentadora::

Un día ya también tu padre faltó eso te terminó de decidir.

María::

Bueno, yo había empezado a trabajar antes, cuando mi padre vivía y después obviamente pues claro, ya mi hermana y yo, que mi hermana llevaba mucho más tiempo trabajando con él, no hubo ninguna duda. Las dos queríamos dedicarnos a la viña y al vino y continuamos con la bodega. Sí, sí.

Presentadora::

¿Hasta el día de hoy?

María::

Hasta el día de hoy, que ya van unos cuantos años.

Presentadora::

Vamos a repasar alguno de estos momentos. Marina durante diferentes etapas. Tú de pronto te encuentras como presidenta de la Cooperativa de Cirauqui.

Marina::

Sí. Bueno, al cambio con la parcelaria la gente puso más viña emparrada y tal. Entonces hubo como un cambio no solamente en el campo, sino también en las generaciones y tuvimos que entrar ahí. Yo la verdad es que siempre me he movido bastante. Ya había estado de concejala también en el pueblo. Bueno, siempre me ha gustado hacer cosas. Yo ahora tengo los críos pequeños. Bueno, al final pues eso, para darle la vuelta, digamos. Entonces empecé ahí, me tocó mucho cambio.

Presentadora::

¿Te ha costado algo más que a los demás por ser mujer? ¿O nunca lo has vivido de esa manera?

Marina::

A ver, porque me haya dicho nadie a mí: "A ver qué va decir esta y tal", así a la cara, no. No me lo ha dicho, algo así, no. ¿Por qué? Porque ya llevaba en el tiempo un tiempo en el pueblo, que había hecho cosas que la gente ya me conocía. No es extraño verme con el tractor o llevar la simiente. Ya me habían visto muy vinculada al tema y la gente que me conocía sabía que me movía.

Presentadora::

¿No era normal ver a mujeres en ciertos roles o trabajos considerados más masculinos?

Marina::

En la zona donde yo estoy concretamente que vayan a los sitios, no quizá. Sí que hay mucha mujer de ganadería que está ahí en la ganadería, pero de ir por ejemplo, yo voy a Orvalaiz en [inaudible] y yo voy sola. No me ha tocado encontrarme este año, me encontré con una que será más joven que yo, que iba con su padre o con el que fuera también en el tractor. Entonces no, no era tan normal el ver, pero vamos, que nos hacemos a todo, es que ya estamos unas generaciones en el campo, que estamos ya muy hechos.

María::

O sea, no sigue siendo habitual, que empezaba muchos más hombres en las viñas que a mujeres.

Marina::

Sí, sí.

María::

Es excepcional.

Marina::

Y para lo que te digo a ver, la mano de obra, la de la mujer siempre estaba. Yo en Cirauqui muchísimas mujeres, o sea que es que se montaban en un remolque que las llevaba el dueño. O sea que yo he visto eso en Cirauqui.

María::

Sí, sí a eso me refiero, que normalmente las explotaciones están llevadas por hombres en un campo, la mayoría que sigue siendo algo en lo cual las mujeres no se han introducido tanto en el entorno rural. Al final del trabajo sigue estando como segmentado un poco por géneros y en el campo hay muchísima más cantidad de hombres que lo que hay de mujeres, aunque tradicionalmente las mujeres.

Marina::

Ahí han estado más.

María::

Han estado y como tú dices, haciendo sobre todo trabajos mucho más manuales, claro, porque han estado haciéndolos, pero eso no se ha reconocido de la misma forma el ser viticultoras que el ser viticultor.

Marina::

No, para nada.

María::

Ha habido una diferencia ahí pues muy grande y esa cara más visible y quien se ha visto o quien ha estado al frente de explotaciones.

Marina::

Ha sido el hombre, está claro.

María::

Los dos han estado haciendo esos trabajos compartidos dentro de la familia.

Marina::

Por supuesto, llevar a la Cooperativa lo llevaban los hombres en los tractores como llevasen. Las mujeres habían estado en la viña y luego estaban preparando lo de casa a la vuelta. Si y ya eso está claro. Bueno, pero ahora yo voy con un tractor y un remolque, mi marido va con otro y vamos a la bodega, el que le toca el viaje va a uno al que le toca el viaje va otro. Pero sí que es cierto que hay un montón de viñas que están a nombre de mujeres, o bien porque las han heredado o porque les ha convenido en casa por la razón que fuere, pero que luego no la conoces en la viña. O sea, es una mujer con el nombre escrito en una cartilla de viticultor, como sí diríamos, pero no porque va al campo, aunque ya te digo que sí hay que ir a lo que hay que ir. A las tareas iban, pero no a la vista de una cooperativa.

Presentadora::

Y cuando esa mujer ya así que tiene cuerpo, tiene rostro, se personan en el campo, por ejemplo, se te ha podido pasar también a ti, a María. ¿Te has encontrado con situaciones en las que te ha costado imponerte? o decir: "Bueno, estoy aquí, soy yo la directora de la bodega"

María::

Bueno, a veces si la gente si que es verdad que aunque como bien dices se ha avanzado mucho y hay muchas mujeres que están en el campo, no son tantas. Al final normalmente cuando vas al campo en la Viña, pues los propietarios suelen ser hombres, los que están igual día a día también. Y tradicionalmente en las familias también y en las bodegas quizás también los puestos técnicos están mucho más ligados a hombres que a mujeres.

María::

Entonces pues bueno sí que sorprende, yo no he sido consciente en quizás cuando al principio, pero después con los años lo ves desde otro prisma y te das cuenta de que hay situaciones que sí que a la gente le choca, que no esperan que seas tú. A mí me ha tocado, además también una condición de ser mujer y de ser muy joven. Yo cuando empecé tenía justo 30 años o antes. Cuando estábamos al frente mi hermana y yo de la bodega y la gente, o sea me ha tocado que entren por la bodega y bueno, ¿Y dónde está aquí el jefe? O, ¿Estás tú aquí sola? O comentarios como que digo: "Pues sí, estoy sola". Para estar por la bodega hago yo las cosas. ¿Y andas tú?, ¿Y trasiegas y haces tal y cuál? Y yo: "Pues si las cosas de la bodega, pues si las hago". Si que son cosas que quizás vas observando después. En el momento nosotras hemos sido dos hermanas en mi casa siempre mi padre no ha tenido ningún y mi madre no nos han educado en estas cosas a hacer si y estas no y en mi casa ha habido vino, ha habido viña y es lo que hemos hecho siempre, independientemente de que hayamos sido mujeres.

Presentadora::

En cambio, tú ibas al campo con tu cuñado y, ¿A quien le miraban como jefe?

María::

Sí, normalmente a él. O sí te rodeas con hombres, pues es mucho más fácil que bueno o que tienes esa sensación de que las opiniones de según quién se escuchan de otra forma y se tienen en cuenta de otra forma. Quizás ese tópico, pero que bueno muchas veces sigue siendo así, que inconscientemente tienes que realmente como mujer, esforzarte más, dar más motivos, dar más razones o tal.

Marina::

Mira recuerdo yo de las primeras veces que me verían en la Cooperativa. En la del cereal estaba el tractor de remolque en un sitio, no sé qué habría que moverlo. Y ¿Dónde está este para que mueva el tractor?, ¿Dónde está este? No, que ya lo voy a mover, que es que lo he traído yo.

Presentadora::

Sí, sí.

Marina::

O sea, esa cara de esto. Pero vamos, es una vez, luego como te sigues viendo y tal. Luego todos nos conocemos un poco o tal. Entonces ya sabemos, no hace falta preguntar ni quién lo ha traído, ni quién ha llevado, ni quiénes son, porque un poco ya.

Presentadora::

¿O sea que es cuestión de costumbre? De acostumbrarnos.

Marina::

Sí, yo creo que sí. Y a vernos en esa situación.

María::

Sí, sí desde luego. Pero hay un hecho que es el que comentábamos que en el campo y en el sector agrario hay muchos más hombres que mujeres. Y entonces, para que se normalice, al final tiene que llegarse o si queremos o por lo menos tener la opción de. Que no nazcas como hombre en un entorno rural y ya parece que estás predestinado a dedicarte al campo y que nazcas como mujer, y que parece que el campo no es algo que está hecho para ti. Tendría muchas más posibilidades para todo el mundo. El que no nos condicionará el género a qué profesiones nos vamos a dedicar y en el mundo rural, sin duda es algo que es mucho más extremo creo que en el mundo urbano, por el tipo de trabajo que está muchísimo más masculinizada en este caso.

Marina::

Luego también quizá el que una mujer ella sola se meta en un proyecto agrario es más difícil y por económicamente que todo tiene el mismo costo, sino por la situación de ella a día de hoy. Sin embargo, si lo traes de atrás, que lo tienes de tu familia y esto como que lo sigues, pero hay muchachos jóvenes que se meten al campo. Que me voy a meter en el campo, voy a empezar a hacer tal, así como más de golpe, como sí diríamos.

María::

Es también una reflexión que se traslada al mundo de las bodegas. Y cuando hablábamos también de puestos técnicos, tengo una amiga que sobre este tema he reflexionado mucho y también un día hablábamos de que en Navarra hay muchas mujeres en bodegas, en enología, en puestos técnicos también, pero igual no tanto en Navarra, pero si nos vamos a nivel estatal y piensas en mujeres que están, por ejemplo, enólogas o que están están haciendo vino. Si quitamos las que son las bodegas de su familia, como mi caso y quitas las que han emprendido ellas un proyecto personal ya ahí no hay tantas mujeres que estén en puestos de enología. Claro, eso es algo también una reflexión que también tenemos que hacer, que al final si estamos es porque o bien nos ha tocado, lo hemos elegido de nuestra familia o porque hemos querido emprender, pero en igualdad de condiciones para acceder a según qué puestos, hay muchos más hombres que mujeres.

Marina::

Y enólogos famosos también.

María::

Si eso además también como en todas las profesiones.

Marina::

Es cierto que vas a las bodegas y: "Ah no una mujer". La vez si pero cuando luego vas a una reunión en algún sitio y dices pues si están todo y no ellas, no están. Hasta ahora y ya ahora se va viendo.

María::

Hombre, ahí se mezcla todo, tampoco podemos aislar el mundo del vino al final del contexto general de sociedad en el que vivimos.

Marina::

Para nada.

María::

A las mujeres siempre nos cuesta más dar un paso, como dices tú, a la hora de estar en un sitio. Yo que sé representar o como a ti te ha podido tocar ser presidenta de la Cooperativa. ¿Por qué? Por un lado, porque también pienso que hemos tenido una educación diferente, mujeres y hombres en ese aspecto a la hora de de coger cargos, de tener una responsabilidad. Y luego las mujeres tradicionalmente tenemos como mucho más trabajo y mentalmente un montón de cargas. Es más si somos, si eres madre y tienes familia, que eso también ha sido y sigue siendo un poco así. Y entonces dices claro: "Es que no tengo tiempo", y también nos cuesta más, al final acaban estando muchísimos más hombres que nos representan, cuando en la realidad hay muchas más mujeres trabajando en el sector.

Marina::

Igual nosotras más como complemento tendríamos esto y los hombres lo tienen como único cargo el dedicarse.

Presentadora::

Complemento como un bolso, ¿Verdad? Que vamos sumando bolsos y mochilas.

Marina::

Así de claro.

Presentadora::

Para rematar, ¿Qué queda por hacer? Y ¿Si lo veis posible o viable en un horizonte más o menos cercano?

Marina::

No sé, queda por hacer hirviendo más gente que sea más normal. Pero es que ya somos nosotros mismos los que tenemos que hacer que sea normal. Pero ahora mismo, ahora mismo no sé, para salir de Potes sí que es cierto que ahora ves igual mujeres que hombres bebiendo el vino, que antes no era tan normal. En eso yo creo que ya estamos bastante igualadas.

Presentadora::

Teniendo en cuenta que antes las mujeres no podían entrar a los bares.

Marina::

Por eso mismo, porque antes no salían en ese plan. Nosotras sí, ya eso lo hemos hecho de siempre, no ahora en estas generaciones. Pero sí que es cierto que igual somos nosotras mismas las que que no nos lanzamos a ser nosotras.

María::

Bueno, sí, pienso que. A ver, que como decía antes, no es un trabajo exclusivo del sector del vino. Pienso que pasa un poco en toda la sociedad porque vivimos en un contexto en el que hay desigualdades y en el cual hay muchos roles asociados al género. Entonces, al final es algo que tiene que cambiar de una forma más transversal. En el caso de nuestro sector, como en otros también pienso que es importante el tema de referentes.

María::

Que al final esas mujeres, o sea esas personas que aparecen del sector, cuando hay una charla, cuando hay una entrevista, cuando se llama hablar del campo y de viticultores, tienen que ser viticultores y viticultoras, tienen que ser enólogos y enólogas. Tiene que ser algo que tiene que estar en la agenda para que las generaciones que hay, la gente que está estudiando y quien va a apostar por este sector, vea que si eres mujer no solamente parece que te vas a dedicar al tema administrativo, al tema de ventas, sino también a cualquier otro campo en el que tú quieras y para eso hay que verlos. Y por ejemplo, en este podcast a mí me parece de maravilla que salgamos hablando sobre temas de mujeres, pero realmente lo que tiene que pasar es que en cada capítulo tengamos en cuenta que hay mujeres en el campo. Entonces cuando se habla del campo, pues que hable una mujer, cuando se habla de enología, pues que hable una mujer. Que no hablemos solo de las cosas de mujeres en el día que nos toca hablar de mujeres, que hablemos las mujeres en todo el tiempo para que se nos escuche y se nos vea y se normalice para otras futuras generaciones que están ahí.

Presentadora::

Tomamos nota.

María::

Esa es mi opinión.

Presentadora::

Tomamos nota y además os vamos a dar el doble de gracias . Gracias por habernos contado vuestra historia, gracias por estar aquí representando a tantas y tantas mujeres que quizá un día puedan dedicarse al campo. Ya por último, a esas posibles mujeres que en el día de mañana estén en el campo, ¿Cómo les animaríais?

Marina::

Creo que lo hagan no como un extra ni como que están haciendo algo que se sale de lo común, algo como cotidiano, como que alguien se levanta y va a hacer una tarea vuelve y tal, pero que no le demos valor el que: "Soy una mujer y voy a hacer esto,". No, que vayas, lo hagas y punto.

::

Presentadora: Normalidad.

Marina::

Yo así lo creo. Bueno y yo de hecho así voy. Voy con el tractor, vengo, saludo tal, pero como saluda a cualquier otro, todo el mundo me saluda, yo también, así de claro. No le doy más importancia, ¿Para qué?

Presentadora::

A ti te sorprenden los que se sorprenden.

Marina::

El primer día, luego ya uno se habitúa. Pues quizá eso verlo tan habituado que ya ni darle. Es que creo que no tenemos que darle ese remarque de que: "Ah era una mujer la que estaba ahí", por ejemplo.

María::

Sí, si es verdad.

Presentadora::

¿Nos quedamos con ello?

María::

Sí, si totalmente. Al final pensar que cada una y cada persona que sea libre de elegir lo que quiera, sin que tenga ese condicionante, por qué es y porque es lo que va a hacer y al final el mundo del vino es un mundo precioso, la viña también. Y yo creo que tiene suficiente como contenido y tradición como para que ser algo que a alguien le guste para dedicarse a ello.

Presentadora::

Marina San Martín, María Abete. Muchas gracias, un placer.

María::

Muchas gracias.

Presentadora::

A vosotras.

Voz Grabación::

¿Has escuchado "Mi gente tiene D. O. N."? Podcast de relatos de vida y vino. Mi gente tiene alma, pasión, amor por el vino. Mi gente tiene D. O. N.

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